Un contraste agudo con los $30 millones de la Copa del Mundo de Fortnite.
Diferencias. ¿Es más grande un e-sport que un deporte? Sí y no. La diferencia es llamativa por lo opuesto de las actividades (jugar desde el sofá de casa vs. una de las pruebas deportivas más duras del mundo). Pero el sueldo de un corredor depende sólo marginalmente de los premios en carrera. Geraint Thomas, segundo en esta edición y vencedor del pasado Tour, cobra alrededor de $4,3 millones al año. El sustento de un ciclista corre a cuenta de su equipo y de su patrocinador, donde reside el negocio.
Por ejemplo: Ineos, la estructura más importante del pelotón, tiene un presupuesto de unos $45 millones.
Otros deportes. No obstante, las cifras de Fortnite son alucinantes cuando se comparan con las de otros deportes donde los equipos tienen un rol marginal. Novak Djokovic, vigente campeón de Wimbledon, el torneo de tenis más prestigioso del año, se embolsó unos $3 millones por su victoria ante Roger Federer. Números calcados a los de un chaval de dieciséis años reinando en un videojuego. Rolland Garros entrega unos $40 millones en recompensas, cifras sólo ligeramente superiores a la Copa del Mundo de Fortnite.
Djokovic, Nadal o Federer cimentan su fortuna en muchos otros torneos repartidos a lo largo de un calendario estable, muy bien pagado y con múltiples oportunidades de patrocinio. Fortnite aún queda lejos del tenis (o del ciclismo), pero su volumen de negocio como espectáculo profesional ya está muy cerca.
Un contraste agudo con los $30 millones de la Copa del Mundo de Fortnite.
Diferencias. ¿Es más grande un e-sport que un deporte? Sí y no. La diferencia es llamativa por lo opuesto de las actividades (jugar desde el sofá de casa vs. una de las pruebas deportivas más duras del mundo). Pero el sueldo de un corredor depende sólo marginalmente de los premios en carrera. Geraint Thomas, segundo en esta edición y vencedor del pasado Tour, cobra alrededor de $4,3 millones al año. El sustento de un ciclista corre a cuenta de su equipo y de su patrocinador, donde reside el negocio.
Por ejemplo: Ineos, la estructura más importante del pelotón, tiene un presupuesto de unos $45 millones.
Otros deportes. No obstante, las cifras de Fortnite son alucinantes cuando se comparan con las de otros deportes donde los equipos tienen un rol marginal. Novak Djokovic, vigente campeón de Wimbledon, el torneo de tenis más prestigioso del año, se embolsó unos $3 millones por su victoria ante Roger Federer. Números calcados a los de un chaval de dieciséis años reinando en un videojuego. Rolland Garros entrega unos $40 millones en recompensas, cifras sólo ligeramente superiores a la Copa del Mundo de Fortnite.
Djokovic, Nadal o Federer cimentan su fortuna en muchos otros torneos repartidos a lo largo de un calendario estable, muy bien pagado y con múltiples oportunidades de patrocinio. Fortnite aún queda lejos del tenis (o del ciclismo), pero su volumen de negocio como espectáculo profesional ya está muy cerca.