Cada vez surgen más casos de jugadores profesionales que denuncian distintos tipos de restricciones por parte de las casas de apuestas cuando tienen éxito en las pujas

En la denuncia, solicitan que se decreten nulas las condiciones generales, a su juicio "abusivas", del contrato que el jugador debe firmar al registrarse en la casa de apuestas y que reservan el derecho a la web de restringir el uso a los usuarios. Según Ricardo Fábrega, abogado al frente de la demanda, estas cláusulas amparan las "limitaciones discriminadas" a los jugadores que llevan una trayectoria de ganar dinero, como reducir a cantidades mínimas el importe que pueden apostar, impedir el acceso a determinados mercados o cancelar la cuenta: "No nos parece correcto que porque una persona tenga habilidad para apostar, se le pongan límites. Con los que pierden no lo hacen, y eso es sucio".

No hay ni una sola cláusula que beneficie al jugador

Critican también que dicho contrato, al ser de adhesión, no permita al usuario hacer ninguna modificación y que sea una condición indispensable para registrase: "No hay ni una sola cláusula que beneficie al jugador", explica Fábrega en lo que considera una "ventaja" para la casa de apuestas.

Estas prácticas ya habían sido condenadas en el pasado por jugadores profesionales, que normalmente utilizan métodos predictivos o grandes bases de datos para analizar los mercados en los que juegan: “Calculamos mejor que ellos las estadísticas”, explica Luis (nombre cambiado), quien dejó su trabajo para dedicarse a esta industria y que asegura que “no hay nada ilegal” en sus métodos, por lo que se ha unido a la demanda.

Este sector generó el año pasado 320 millones de margen de beneficio, sobre todo en las apuestas deportivas, las más populares entre los usuarios.

Aportan pantallazos como prueba

Para fundamentar su demanda, los usuarios aportarán como pruebas los pantallazos de los correos que la empresa enviaba a los jugadores afectados donde les informaba de la restricción del uso de su web, aunque señalan que Bet365 no es la única casa de apuestas que lleva a cabo estas prácticas "ni la que más limita", pero sí la que tiene un mayor número de jugadores: "Tiene casos muy sangrantes. Queremos que sirva de antecedente, pero estamos abiertos a denunciar a más casas si sale adelante".

La demanda será presentada esta semana ante los Juzgados de Primera Instancia de Madrid, porque la empresa tiene el domicilio social en la capital, aunque representan a personas de toda España, entre ellas muchas conocidas dentro del mundo de las apuestas. "Hay gente con muchos seguidores en el mundillo, a los que atan de pies y manos porque son personas que viven de esto", explica el abogado de mueBETe, donde han estado recopilando casos en los últimos meses.

La DGOJ se lava las manos

La plataforma ya informó de estas prácticas a la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), encargada de regular esta industria en España, sin éxito: "Nos instaron a ir a los tribunales, no han mediado ni solucionado nada", considera Fábrega. Preguntadas por sus competencias hace unos meses, fuentes de la Dirección General señalaron que el contrato de juego "es de naturaleza privada, de modo que las controversias de carácter contractual no pueden ser resueltas por la DGOJ".

También mandaron un burofax a Bet365 con sus denuncias: "Contestaron que se remitían a las condiciones firmadas por los usuarios", explica Fábrega, que añade que la contestación "no les satisfacía" y por eso han seguido adelante con la demanda. Al cierre de esta noticia, Bet365 no ha contestado a la solicitud de contacto de este diario para aportar su versión.

Cada vez surgen más casos de jugadores profesionales que denuncian distintos tipos de restricciones por parte de las casas de apuestas cuando tienen éxito en las pujas

En la denuncia, solicitan que se decreten nulas las condiciones generales, a su juicio "abusivas", del contrato que el jugador debe firmar al registrarse en la casa de apuestas y que reservan el derecho a la web de restringir el uso a los usuarios. Según Ricardo Fábrega, abogado al frente de la demanda, estas cláusulas amparan las "limitaciones discriminadas" a los jugadores que llevan una trayectoria de ganar dinero, como reducir a cantidades mínimas el importe que pueden apostar, impedir el acceso a determinados mercados o cancelar la cuenta: "No nos parece correcto que porque una persona tenga habilidad para apostar, se le pongan límites. Con los que pierden no lo hacen, y eso es sucio".

No hay ni una sola cláusula que beneficie al jugador

Critican también que dicho contrato, al ser de adhesión, no permita al usuario hacer ninguna modificación y que sea una condición indispensable para registrase: "No hay ni una sola cláusula que beneficie al jugador", explica Fábrega en lo que considera una "ventaja" para la casa de apuestas.

Estas prácticas ya habían sido condenadas en el pasado por jugadores profesionales, que normalmente utilizan métodos predictivos o grandes bases de datos para analizar los mercados en los que juegan: “Calculamos mejor que ellos las estadísticas”, explica Luis (nombre cambiado), quien dejó su trabajo para dedicarse a esta industria y que asegura que “no hay nada ilegal” en sus métodos, por lo que se ha unido a la demanda.

Este sector generó el año pasado 320 millones de margen de beneficio, sobre todo en las apuestas deportivas, las más populares entre los usuarios.

Aportan pantallazos como prueba

Para fundamentar su demanda, los usuarios aportarán como pruebas los pantallazos de los correos que la empresa enviaba a los jugadores afectados donde les informaba de la restricción del uso de su web, aunque señalan que Bet365 no es la única casa de apuestas que lleva a cabo estas prácticas "ni la que más limita", pero sí la que tiene un mayor número de jugadores: "Tiene casos muy sangrantes. Queremos que sirva de antecedente, pero estamos abiertos a denunciar a más casas si sale adelante".

La demanda será presentada esta semana ante los Juzgados de Primera Instancia de Madrid, porque la empresa tiene el domicilio social en la capital, aunque representan a personas de toda España, entre ellas muchas conocidas dentro del mundo de las apuestas. "Hay gente con muchos seguidores en el mundillo, a los que atan de pies y manos porque son personas que viven de esto", explica el abogado de mueBETe, donde han estado recopilando casos en los últimos meses.

La DGOJ se lava las manos

La plataforma ya informó de estas prácticas a la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), encargada de regular esta industria en España, sin éxito: "Nos instaron a ir a los tribunales, no han mediado ni solucionado nada", considera Fábrega. Preguntadas por sus competencias hace unos meses, fuentes de la Dirección General señalaron que el contrato de juego "es de naturaleza privada, de modo que las controversias de carácter contractual no pueden ser resueltas por la DGOJ".

También mandaron un burofax a Bet365 con sus denuncias: "Contestaron que se remitían a las condiciones firmadas por los usuarios", explica Fábrega, que añade que la contestación "no les satisfacía" y por eso han seguido adelante con la demanda. Al cierre de esta noticia, Bet365 no ha contestado a la solicitud de contacto de este diario para aportar su versión.