Sheldon, propietario de la empresa de casinos Las Vegas Sands, ha contratado a un equipo de abogados y a grupos de influencia en Washington para intentar convencer a los congresistas de que prohíban el juego por internet.
"No veo ningún motivo convincente para que el Gobierno permita a la gente jugar por internet", ha asegurado el magnate, en medio de un intenso debate en estados como Nueva Jersey, Delaware o Nevada donde se está debatiendo legalizar el juego por internet.
Un 'lobby' contra el juego 'online'
Sheldon, que según la revista ha gastado mucho dinero para crear el grupo de presión Coalición para Frenar el Juego por Internet, tiene en el punto de mira a dos de las empresas que presionan para legalizar el juego por internet: Caesar y MGM.
Su campaña de presión estará liderada por un equipo de los dos partidos principales de EEUU, con el republicano George Pataki, exgobernador del estado de Nueva York; y los demócratas Wellington Webb, exalcalde de Denver, y Blanche Lincoln, exsenadora de Arkansas.
El multimillonario está convencido de que el juego por internet causará daño a los jóvenes estadounidense económicamente vulnerables ya que, según Sheldon, pueden ver en el juego una potencial solución para pagar sus abultadas deudas universitarias.
El propietario de Las Vegas Sands asegura, además, que todavía no hay un método tecnológico lo suficientemente eficiente para impedir que jueguen en internet menores de edad, alcohólicos o adictos a otras sustancias.
Dos enemigos a batir
Las dos principales empresas que están detrás de la campaña para legalizar el juego por internet en Estados Unidos, MGM Resorts y Caesar Entertainment, defienden su modelo de negocio y afirman que hay tecnología suficiente para impedir esos problemas.
"La introducción del póquer en internet es el siguiente canal de distribución lógico para nuestro producto y nuestra marca, y lo apoya toda la industria excepto el señor Adelson", ha dicho Mitch Garber, consejero delegado de Caesar.
Adelson responde que su campaña no está motivada por miedo al daño que le pueda hacer la competencia en Estados Unidos, y recuerda que en la actualidad la mayor parte de sus ingresos provienen de sus casinos en el mercado asiático.
Según la revista, el argumento de Adelson es que los casinos tradicionales pueden ayudar a prevenir asuntos como el blanqueo de dinero, además de impedir el acceso a los locales a personas que no deberían jugar.
El empresario llama "hipócritas" a los partidarios del juego por internet que aseguran que una regulación estricta de ese negocio ayudaría a prevenir que determinados tipos de personas puedan apostar dinero en la red.
También asegura, además, que el juego por internet puede terminar a largo plazo siendo "suicida" para el sector de los casinos en Estados Unidos, además de destruir cientos de miles de puestos de trabajo en el país.
Sheldon, propietario de la empresa de casinos Las Vegas Sands, ha contratado a un equipo de abogados y a grupos de influencia en Washington para intentar convencer a los congresistas de que prohíban el juego por internet.
"No veo ningún motivo convincente para que el Gobierno permita a la gente jugar por internet", ha asegurado el magnate, en medio de un intenso debate en estados como Nueva Jersey, Delaware o Nevada donde se está debatiendo legalizar el juego por internet.
Un 'lobby' contra el juego 'online'
Sheldon, que según la revista ha gastado mucho dinero para crear el grupo de presión Coalición para Frenar el Juego por Internet, tiene en el punto de mira a dos de las empresas que presionan para legalizar el juego por internet: Caesar y MGM.
Su campaña de presión estará liderada por un equipo de los dos partidos principales de EEUU, con el republicano George Pataki, exgobernador del estado de Nueva York; y los demócratas Wellington Webb, exalcalde de Denver, y Blanche Lincoln, exsenadora de Arkansas.
El multimillonario está convencido de que el juego por internet causará daño a los jóvenes estadounidense económicamente vulnerables ya que, según Sheldon, pueden ver en el juego una potencial solución para pagar sus abultadas deudas universitarias.
El propietario de Las Vegas Sands asegura, además, que todavía no hay un método tecnológico lo suficientemente eficiente para impedir que jueguen en internet menores de edad, alcohólicos o adictos a otras sustancias.
Dos enemigos a batir
Las dos principales empresas que están detrás de la campaña para legalizar el juego por internet en Estados Unidos, MGM Resorts y Caesar Entertainment, defienden su modelo de negocio y afirman que hay tecnología suficiente para impedir esos problemas.
"La introducción del póquer en internet es el siguiente canal de distribución lógico para nuestro producto y nuestra marca, y lo apoya toda la industria excepto el señor Adelson", ha dicho Mitch Garber, consejero delegado de Caesar.
Adelson responde que su campaña no está motivada por miedo al daño que le pueda hacer la competencia en Estados Unidos, y recuerda que en la actualidad la mayor parte de sus ingresos provienen de sus casinos en el mercado asiático.
Según la revista, el argumento de Adelson es que los casinos tradicionales pueden ayudar a prevenir asuntos como el blanqueo de dinero, además de impedir el acceso a los locales a personas que no deberían jugar.
El empresario llama "hipócritas" a los partidarios del juego por internet que aseguran que una regulación estricta de ese negocio ayudaría a prevenir que determinados tipos de personas puedan apostar dinero en la red.
También asegura, además, que el juego por internet puede terminar a largo plazo siendo "suicida" para el sector de los casinos en Estados Unidos, además de destruir cientos de miles de puestos de trabajo en el país.