La primera conclusión de este trabajo es que el juego de azar es una actividad frecuente entre adolescentes de 16 y 17 años, a pesar de que la legislación española vigente prohibe que los menores de edad puedan hacerlo. Los resultados de este trabajo son claros: más de la mitad de los adolescentes de la muestra han apostado alguna vez en los últimos meses y aunque se ha aplicado a un número reducido de estudiantes, el profesor de Psicología de las Adicciones de la facultad de Psicología de la Universidad de Valencia y director de la Unidad de Investigación: 'Adicción al Juego y Adicciones Comportamentales', Mariano Chóliz, asegura que «después de trabajar estos datos, vimos que era necesario hacer un estudio en profundidad, que presentaremos en unos meses y los resultados son igual de alarmantes».

Internet les deja vía libre, les abre la puerta al juego y las apuestas. Esta es la explicación que dan desde la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados, FEJAR . Realizan una labor asistencial a través de un protocolo de tratamiento que está validado a nivel psicológico.

Desde la federación confirman que hay un descenso en la edad de introducción al juego. «Cada vez son los jóvenes más vulnerables frente a este problema, sobre todo desde que en 2012 se legalizara el juego en internet, además es mucho más fácil el acceso a menores de edad a través de estos portales».

La ludopatía se considera un trastorno metal «desde hace casi cuatro décadas por parte de la OMS porque supone una perturbación significativa en el estado de ánimo y en el comportamiento y adaptación personal y social», explica Chóliz. Definitivamente, el juego patológico es un trastorno adictivo porque «la conducta de apostar activa los mismos circuitos cerebrales que las drogas y la sintomatología clínica de este trastorno es similar a la de drogodependencias o alcoholismo», añade Chóliz.

Las apuestas deportivas, los juegos de casino online o el póquer son lo que más practican los jóvenes que acceden a este mundo del juego a través de la publicidad: «si tu ídolo del fútbol aparece en televisión anunciando un portal de juego, acabas entrando, aunque sea por curiosidad», explica el profesor de psicología. Se ha normalizado, es una actividad que está «socialmente bien vista», asegura Chóliz, es un gancho para los adolescentes que «se inician porque las condiciones lo permiten, hay muchos juegos especialmente diseñados para ellos».

Programas de prevención

Prevenir es mejor que curar. Hay dos formas de prevenir la adicción al juego. Una es mediante programas de prevención que se apliquen en ámbitos escolares y comunitarios. «En el caso de la Comunidad Valenciana llevamos aplicando un programa de prevención en ámbito escolar desde hace varios años y actualmente lo hemos implementado en decenas de centros a través de las Unidades de Prevención de Conductas Adictivas, gracias a la colaboración entre el Servicio de Gestión de Drogodependencias», explica Chóliz al tiempo que advierte de que muchos adolescentes no saben donde acudir, sus padres les llevan al psicólogo, pero no se trata como algo específico, por ello recomienda: «deben acudir a estas Unidades donde están especializados en este tipo de adicción».

«Se ve el juego como una actividad recaudatoria y hasta que no deje de verse de este modo no habrá soluciones reales, no se trata de prohibirlo, pero se debe regular de algún modo», opinan desde la FEJAR. Y es que la otra manera de prevenir es mediante «una regulación estricta de la publicidad de estas actividades por parte de las administraciones públicas, que llevamos pidiéndolo durante mucho tiempo a través de la Federación», algo en lo que coinciden con Chóliz.

El gasto en España en esas actividades no ha parado de crecer y la iniciación temprana de los jóvenes tampoco es un buen indicador. Aunque hay que tener en cuenta que no todas las personas que juegan son adictas, pero «un porcentaje nada menor de los jugadores, a la larga tienen problemas», asegura Chóliz. No podemos olvidar que tal y como indican los expertos, «el juego está diseñado para que quien lo organiza, tenga beneficios económicos», porque la casa siempre gana.

La primera conclusión de este trabajo es que el juego de azar es una actividad frecuente entre adolescentes de 16 y 17 años, a pesar de que la legislación española vigente prohibe que los menores de edad puedan hacerlo. Los resultados de este trabajo son claros: más de la mitad de los adolescentes de la muestra han apostado alguna vez en los últimos meses y aunque se ha aplicado a un número reducido de estudiantes, el profesor de Psicología de las Adicciones de la facultad de Psicología de la Universidad de Valencia y director de la Unidad de Investigación: 'Adicción al Juego y Adicciones Comportamentales', Mariano Chóliz, asegura que «después de trabajar estos datos, vimos que era necesario hacer un estudio en profundidad, que presentaremos en unos meses y los resultados son igual de alarmantes».

Internet les deja vía libre, les abre la puerta al juego y las apuestas. Esta es la explicación que dan desde la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados, FEJAR . Realizan una labor asistencial a través de un protocolo de tratamiento que está validado a nivel psicológico.

Desde la federación confirman que hay un descenso en la edad de introducción al juego. «Cada vez son los jóvenes más vulnerables frente a este problema, sobre todo desde que en 2012 se legalizara el juego en internet, además es mucho más fácil el acceso a menores de edad a través de estos portales».

La ludopatía se considera un trastorno metal «desde hace casi cuatro décadas por parte de la OMS porque supone una perturbación significativa en el estado de ánimo y en el comportamiento y adaptación personal y social», explica Chóliz. Definitivamente, el juego patológico es un trastorno adictivo porque «la conducta de apostar activa los mismos circuitos cerebrales que las drogas y la sintomatología clínica de este trastorno es similar a la de drogodependencias o alcoholismo», añade Chóliz.

Las apuestas deportivas, los juegos de casino online o el póquer son lo que más practican los jóvenes que acceden a este mundo del juego a través de la publicidad: «si tu ídolo del fútbol aparece en televisión anunciando un portal de juego, acabas entrando, aunque sea por curiosidad», explica el profesor de psicología. Se ha normalizado, es una actividad que está «socialmente bien vista», asegura Chóliz, es un gancho para los adolescentes que «se inician porque las condiciones lo permiten, hay muchos juegos especialmente diseñados para ellos».

Programas de prevención

Prevenir es mejor que curar. Hay dos formas de prevenir la adicción al juego. Una es mediante programas de prevención que se apliquen en ámbitos escolares y comunitarios. «En el caso de la Comunidad Valenciana llevamos aplicando un programa de prevención en ámbito escolar desde hace varios años y actualmente lo hemos implementado en decenas de centros a través de las Unidades de Prevención de Conductas Adictivas, gracias a la colaboración entre el Servicio de Gestión de Drogodependencias», explica Chóliz al tiempo que advierte de que muchos adolescentes no saben donde acudir, sus padres les llevan al psicólogo, pero no se trata como algo específico, por ello recomienda: «deben acudir a estas Unidades donde están especializados en este tipo de adicción».

«Se ve el juego como una actividad recaudatoria y hasta que no deje de verse de este modo no habrá soluciones reales, no se trata de prohibirlo, pero se debe regular de algún modo», opinan desde la FEJAR. Y es que la otra manera de prevenir es mediante «una regulación estricta de la publicidad de estas actividades por parte de las administraciones públicas, que llevamos pidiéndolo durante mucho tiempo a través de la Federación», algo en lo que coinciden con Chóliz.

El gasto en España en esas actividades no ha parado de crecer y la iniciación temprana de los jóvenes tampoco es un buen indicador. Aunque hay que tener en cuenta que no todas las personas que juegan son adictas, pero «un porcentaje nada menor de los jugadores, a la larga tienen problemas», asegura Chóliz. No podemos olvidar que tal y como indican los expertos, «el juego está diseñado para que quien lo organiza, tenga beneficios económicos», porque la casa siempre gana.