Los sujetos que más usaban Internet sufrían acusados bajones de ánimo después de desconectarse del ordenador. El investigador Phil Reed de la Universidad de Swansea explica que «cuando estos usuarios se desconectan, su humor se vuelve cada vez más negativo, como las personas que se quitan de drogas ilegales, como el éxtasis».
Los resultados del estudio, según la web TimesLive, demuestra que las personas que más consumen Internet tienden a ser más depresivos y muestran niveles de autismo más elevados.
«Este estudio corrobora informes previos sobre los rasgos psicológicos de los internautas, pero va más lejos puesto muestra los efectos inmediatos en el ánimo de los que son adictos», añadió Reed.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la ciberadicción como «adicciones sin sustancia» junto a otras como la ludopatía o las compras compulsivas. Ni la Asociación Americana de Psicología ni la Asociación Americana de Psiquiatría, editora del DSM IV (el manual más utilizado para el diagnóstico de desórdenes mentales), la aceptaban como adicción. Ahora, 20 años más tarde, ha revisado su manual y la inminente quinta edición de su 'Biblia de la Psiquiatría' incluirá la adicción a Internet.
Los sujetos que más usaban Internet sufrían acusados bajones de ánimo después de desconectarse del ordenador. El investigador Phil Reed de la Universidad de Swansea explica que «cuando estos usuarios se desconectan, su humor se vuelve cada vez más negativo, como las personas que se quitan de drogas ilegales, como el éxtasis».
Los resultados del estudio, según la web TimesLive, demuestra que las personas que más consumen Internet tienden a ser más depresivos y muestran niveles de autismo más elevados.
«Este estudio corrobora informes previos sobre los rasgos psicológicos de los internautas, pero va más lejos puesto muestra los efectos inmediatos en el ánimo de los que son adictos», añadió Reed.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la ciberadicción como «adicciones sin sustancia» junto a otras como la ludopatía o las compras compulsivas. Ni la Asociación Americana de Psicología ni la Asociación Americana de Psiquiatría, editora del DSM IV (el manual más utilizado para el diagnóstico de desórdenes mentales), la aceptaban como adicción. Ahora, 20 años más tarde, ha revisado su manual y la inminente quinta edición de su 'Biblia de la Psiquiatría' incluirá la adicción a Internet.