Miguel Mazón, investigador del área económica de la Unidad de Juego y Adicciones Tecnológicas que coordina Mariano Choliz en la Universidad de Valencia, atribuye los cambios en los tipos impositivos a una presión de los lobbies del sector. "Se ha hecho con nocturnidad y alevosía. No entiendo que una actividad que debería esta fiscalmente gravada como el resto de los juegos y que actualmente mueve más de 13.000 millones apenas haya aportado 52,7 millones; no entiendo las razones por las que Montoro, en pleno déficit fiscal, rebaja impuestos a estas actividades que no generan ningún tipo de empleo y son la principal causa de ludopatía en nuestros jóvenes", señala.
Mazón se muestra crítico con la bonificación introducida para Ceuta y Melilla porque las convierte en un imán para los operadores con sede en España. Aunque considera que la decisión está directamente relacionada con el Brexit y la legislación en el Reino Unido. "Creo que es un intento de que todas las empresas radicadas bien en Malta o en Gibraltar radiquen su domicilio en España, sobre todo después del Brexit", afirma. "Pero también va a provocar que las que pudieran estar radicadas en España vayan a domiciliarse a Ceuta y Melilla". elconfidencial
Miguel Mazón, investigador del área económica de la Unidad de Juego y Adicciones Tecnológicas que coordina Mariano Choliz en la Universidad de Valencia, atribuye los cambios en los tipos impositivos a una presión de los lobbies del sector. "Se ha hecho con nocturnidad y alevosía. No entiendo que una actividad que debería esta fiscalmente gravada como el resto de los juegos y que actualmente mueve más de 13.000 millones apenas haya aportado 52,7 millones; no entiendo las razones por las que Montoro, en pleno déficit fiscal, rebaja impuestos a estas actividades que no generan ningún tipo de empleo y son la principal causa de ludopatía en nuestros jóvenes", señala.
Mazón se muestra crítico con la bonificación introducida para Ceuta y Melilla porque las convierte en un imán para los operadores con sede en España. Aunque considera que la decisión está directamente relacionada con el Brexit y la legislación en el Reino Unido. "Creo que es un intento de que todas las empresas radicadas bien en Malta o en Gibraltar radiquen su domicilio en España, sobre todo después del Brexit", afirma. "Pero también va a provocar que las que pudieran estar radicadas en España vayan a domiciliarse a Ceuta y Melilla". elconfidencial