Tocaba retratarse en el Congreso. Aunque la cuestión está ya pactada entre el PSOE y Unidos Podemos para implementarse con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del año que viene, la formación tenía interés en agitar el debate y en que el resto de formaciones hiciera pública su postura respecto a la " problemática generada por la proliferación de casas de apuestas" y la prohibición de la publicidad del juego, un sector que ha casi duplicado sus cifras en cinco años y movió más de 23.000 millones de euros en 2017, 13.673 de ellos online.
En una moción consecuencia de una interpelación al Gobierno (una forma de interacción en el Congreso que no obliga a nada al Ejecutivo, pero le indica qué piensa la cámara de determinadas cuestiones), el grupo expone que el juego presenta "un especial riesgo para la salud pública" y recuerda que el "problema social del juego patológico" está considerado hace años "una patología adictiva", según ha explicado su diputada Sofía Fernández Castañón.
Por estas razones, Unidos Podemos pide al Gobierno que regule el juego y básicamente prohíba la publicidad del mismo. La mayoría de los partidos comparte los argumentos de Podemos, con matices según el grupo.
Los diferentes portavoces que han desfilado por la tribuna del Congreso han coincidido en la "desmedida proliferación" de las casas de apuestas y los riesgos que ello entraña para la salud al ser "una adicción sin sustancias". Alguno ha destacado cómo la introducción del juego online en 2012 ha "modificado el perfil del jugador tradicional" hacia otro de hombre joven o el agravante para el problema que supone que el juego "esté al alcance de un clic y lo promocionen famosos".
El partido más díscolo en el debate, aunque finalmente ha mostrado su conformidad con el texto acordado, ha sido el PP, cuya portavoz ha hecho varias alusiones a respetar "la libertad de las personas adultas" para elegir el ocio que prefieran, aunque siempre "protegiendo al menor".
El PSOE se ha mostrado de acuerdo con la propuesta en su conjunto. Ciudadanos ha hecho hincapié en la necesidad de "mejorar la oferta lúdica" para que los jóvenes no acaben en casas de apuestas. El PNV ha plantado que la propuesta invade competencias de las comunidades autónomas y algunos portavoces, como la de Bildu, han pedido más acción preventiva y menos punitiva como solución a la ludopatía.
"Una invasiva proliferación de casas de apuestas"
Un problema este, la adicción al juego, que está en "exponencial aumento (...) desde la legalización de las apuestas online", según Podemos, a la vez que se observa una "invasiva proliferación de casas de apuestas en los barrios más vulnerabilizados de las ciudades españolas", se lee en la moción.
Por estas razones el Congreso, impulsado por Podemos, insta al Gobierno a "garantizar la asistencia y las medidas de prevención" del juego incluidas en el marco de la Estrategia Nacional sobre Drogas; que equiparen los impuestos sobre el juego independientemente de la titularidad del operador y se reviertan parte de los beneficios en el deporte base y femenino y en el tratamiento de la ludopatía; una orientación de salud pública respecto al juego, la unificación de la normativa en toda España, regular la publicidad al nivel de la que tienen actualmente tabaco y alcohol, con especial mención a que "personas relevantes" tengan prohibido hacer publicidad (lo que actualmente ocurre, desde Vicente del Bosque a Carlos Sobera); que los dispositivos electrónicos de juego tengan un lector de DNI para que menores y personas que han ejercido el derecho de autoexclusión no puedan jugar.
Un aumento del 141%
Con el acuerdo entre Gobierno y Podemos y esta iniciativa entra en el Parlamento un asunto que está levantando preocupación en muchos sectores sociales, con especial hincapié en la proliferación de casas de apuestas en barrios obreros de las principales ciudades.
Por poner un ejemplo en Madrid, uno de los sitios donde más ha crecido y se ha estudiado el fenómeno, han crecido las casas de apuestas un 141% (de 55 locales a 133) y en determinadas zonas como el Puente de Vallecas o la calle de Bravo Murillo han más de una decena de locales en unos pocos centenares de metros, según publicaron el Confidencial y El País.
El problema del aumento de las casas de apuestas y el juego, que traen consigo la ludopatía, no es exclusivo español. En Italia ya se ha regulado, en la línea de lo que quiere hacer Podemos, y grosso modo ha prohibido la publicidad.
El sector del juego (todo él) se ha casi duplicado desde 2012, cuando se reguló el juego y, entre otras cosas, se permitieron las apuestas online. Ese año los españoles se jugaron 12.766 millones de euros entre loterías, casinos, bingos y apuestas, según la Dirección General de Ordenación del Juego, del Ministerio de Hacienda.
Cinco años después, los 12.766 millones de euros han pasado a ser 23.321, según la misma fuente. Es una subida del 82%, impulsada sobre todo por el auge del juego en casinos (de 2.642 millones de euros a 6.545 millones) y el juego por internet (que ha pasado de 1.389 millones de euros en su primer año, 2012, a 7.538 el pasado, un 442% más).
Aprobada ha quedado la moción. Queda por ver si este apoyo se traslada a los PGE, que es donde se deberán implementar las medidas.
Tocaba retratarse en el Congreso. Aunque la cuestión está ya pactada entre el PSOE y Unidos Podemos para implementarse con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del año que viene, la formación tenía interés en agitar el debate y en que el resto de formaciones hiciera pública su postura respecto a la " problemática generada por la proliferación de casas de apuestas" y la prohibición de la publicidad del juego, un sector que ha casi duplicado sus cifras en cinco años y movió más de 23.000 millones de euros en 2017, 13.673 de ellos online.
En una moción consecuencia de una interpelación al Gobierno (una forma de interacción en el Congreso que no obliga a nada al Ejecutivo, pero le indica qué piensa la cámara de determinadas cuestiones), el grupo expone que el juego presenta "un especial riesgo para la salud pública" y recuerda que el "problema social del juego patológico" está considerado hace años "una patología adictiva", según ha explicado su diputada Sofía Fernández Castañón.
Por estas razones, Unidos Podemos pide al Gobierno que regule el juego y básicamente prohíba la publicidad del mismo. La mayoría de los partidos comparte los argumentos de Podemos, con matices según el grupo.
Los diferentes portavoces que han desfilado por la tribuna del Congreso han coincidido en la "desmedida proliferación" de las casas de apuestas y los riesgos que ello entraña para la salud al ser "una adicción sin sustancias". Alguno ha destacado cómo la introducción del juego online en 2012 ha "modificado el perfil del jugador tradicional" hacia otro de hombre joven o el agravante para el problema que supone que el juego "esté al alcance de un clic y lo promocionen famosos".
El partido más díscolo en el debate, aunque finalmente ha mostrado su conformidad con el texto acordado, ha sido el PP, cuya portavoz ha hecho varias alusiones a respetar "la libertad de las personas adultas" para elegir el ocio que prefieran, aunque siempre "protegiendo al menor".
El PSOE se ha mostrado de acuerdo con la propuesta en su conjunto. Ciudadanos ha hecho hincapié en la necesidad de "mejorar la oferta lúdica" para que los jóvenes no acaben en casas de apuestas. El PNV ha plantado que la propuesta invade competencias de las comunidades autónomas y algunos portavoces, como la de Bildu, han pedido más acción preventiva y menos punitiva como solución a la ludopatía.
"Una invasiva proliferación de casas de apuestas"
Un problema este, la adicción al juego, que está en "exponencial aumento (...) desde la legalización de las apuestas online", según Podemos, a la vez que se observa una "invasiva proliferación de casas de apuestas en los barrios más vulnerabilizados de las ciudades españolas", se lee en la moción.
Por estas razones el Congreso, impulsado por Podemos, insta al Gobierno a "garantizar la asistencia y las medidas de prevención" del juego incluidas en el marco de la Estrategia Nacional sobre Drogas; que equiparen los impuestos sobre el juego independientemente de la titularidad del operador y se reviertan parte de los beneficios en el deporte base y femenino y en el tratamiento de la ludopatía; una orientación de salud pública respecto al juego, la unificación de la normativa en toda España, regular la publicidad al nivel de la que tienen actualmente tabaco y alcohol, con especial mención a que "personas relevantes" tengan prohibido hacer publicidad (lo que actualmente ocurre, desde Vicente del Bosque a Carlos Sobera); que los dispositivos electrónicos de juego tengan un lector de DNI para que menores y personas que han ejercido el derecho de autoexclusión no puedan jugar.
Un aumento del 141%
Con el acuerdo entre Gobierno y Podemos y esta iniciativa entra en el Parlamento un asunto que está levantando preocupación en muchos sectores sociales, con especial hincapié en la proliferación de casas de apuestas en barrios obreros de las principales ciudades.
Por poner un ejemplo en Madrid, uno de los sitios donde más ha crecido y se ha estudiado el fenómeno, han crecido las casas de apuestas un 141% (de 55 locales a 133) y en determinadas zonas como el Puente de Vallecas o la calle de Bravo Murillo han más de una decena de locales en unos pocos centenares de metros, según publicaron el Confidencial y El País.
El problema del aumento de las casas de apuestas y el juego, que traen consigo la ludopatía, no es exclusivo español. En Italia ya se ha regulado, en la línea de lo que quiere hacer Podemos, y grosso modo ha prohibido la publicidad.
El sector del juego (todo él) se ha casi duplicado desde 2012, cuando se reguló el juego y, entre otras cosas, se permitieron las apuestas online. Ese año los españoles se jugaron 12.766 millones de euros entre loterías, casinos, bingos y apuestas, según la Dirección General de Ordenación del Juego, del Ministerio de Hacienda.
Cinco años después, los 12.766 millones de euros han pasado a ser 23.321, según la misma fuente. Es una subida del 82%, impulsada sobre todo por el auge del juego en casinos (de 2.642 millones de euros a 6.545 millones) y el juego por internet (que ha pasado de 1.389 millones de euros en su primer año, 2012, a 7.538 el pasado, un 442% más).
Aprobada ha quedado la moción. Queda por ver si este apoyo se traslada a los PGE, que es donde se deberán implementar las medidas.