JugarBIEN.es quiere ser un punto de encuentro activo y dinámico sobre juego responsable en el que, quienes demanden información puedan obtenerla de forma sencilla, quienes soliciten ayuda sepan dónde dirigirse y quienes deban ofrecer un juego de calidad obtengan un punto de referencia.
Un test para conocer y prevenir
De esta forma, la página incluye innumerables herramientas de consulta y apoyo. Entre ellas incluye distintos test de evaluación para jugar responsablemente. Están especialmente indicados si el usuario no tiene claro por qué juega o cree que puede tener algún problema.
El portal recuerda que si el usuario estima que está en riesgo de no jugar responsablemente puede ejercitar su derecho a la autoexclusión. En este sentido, se explica el procedimiento para acceder al Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, de la DGOJ, a través del cual el usuario quedará excluido de poder jugar en la red. Esta herramienta está indicada para casos de ludopatía. Asimismo, dispone de información sobre medidas específicas de prevención, por tipo de juego.
El portal recoge también información relativa a aspectos normativos referidos a múltiples ámbitos como la regulación de la publicidad en el sector. Igualmente, recoge material útil para profesionales, que va desde estudios realizados en el sector hasta estadísticas oficiales, publicaciones y enlaces con las administraciones públicas.
El juego y los menores
La protección de los colectivos vulnerables, especialmente los menores de edad, es uno de los aspectos claves de la labor del organismo regulador del juego. Por eso, el portal recoge también un apartado ligado al desarrollo del juego y los menores y los debidos controles para evitar que los que cuentan con menos de 18 años accedan a portales del Identidad que la Dirección General de Ordenación del Juego pone a disposición de los operadores de juego.
Organizaciones y asociaciones de ayuda
El portal ofrece también un espacio, tanto con consejos útiles para los usuarios como para compartir testimonios y experiencias entre ellos. A la vez, el espacio permite conocer las organizaciones que prestan apoyo al jugador en el conjunto del territorio nacional. Para facilitar esta labor, las organizaciones están seleccionadas por tipo de institución y por su ámbito territorial.
La página web incluye un apartado más lúdico y recreativo con curiosidades relacionadas con el juego como mitos, galería de personajes, definiciones del juego, noticias del sector y un contenido multimedia. Además, la DGOJ ha elaborado un vídeo de promoción del nuevo portal y de las actividades sobre juego responsable para ser difundido entre los usuarios, medios de comunicación y profesionales.
JugarBIEN.es forma parte de la estrategia adoptada por la Dirección General de Ordenación del Juego en el marco del Consejo Asesor del Juego Responsable. “El portal es una herramienta de todos y para todos, jugadores, operadores, asociaciones, medios de comunicación y todas aquellas personas que estén interesadas en el juego responsable”, recalcó hoy el director general de Ordenación del Juego, Carlos Hernández, en la presentación de la página web.
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Pero las máquinas del tiempo, bien que lo sabe, no existen. Existen, eso sí, las máquinas tragaperras principal fuente de ludopatía (90 por ciento de los casos) entre los españoles; las casas de apuestas; los bingos; los casinos; los casinos on-line; las webs de póker, de apuestas deportivas, de tragaperras; el juego por televisión... La oferta es mareante nunca en la historia habían existido tantos estímulos y oportunidades de juego y los ludópatas son cada vez más jóvenes. «El juego on-line, convertido ya en la segunda causa de las ludopatías que atendemos advierte la psiquiatra Susana Jiménez, responsable de la Unidad de Juego Patológico del Hospital de Bellvitge (Barcelona), una de las dos que existen en España, es una verdadera revolución. Al eliminar las restricciones físicas y horarias, permite apostar desde tu habitación, tu móvil o tu tableta, 24 horas al día, siete días por semana y sin que nadie se entere. Para un jugador patológico es una puerta abierta al descontrol. Y para los adolescentes, que, según la ley, no pueden entrar en casinos, bingos ni salas de apuestas ni jugar a máquinas tragaperras, se abre una oportunidad inédita hasta hoy para acceder a juegos de azar».
En españa, el 18 por ciento de los menores así lo revela un estudio de la Universitat de València y la Fundación Codere apuestan on-line. Más preocupante todavía: el ocho por ciento, de hecho, lo hace de forma habitual y a edades tan tempranas como los 13 años. Para ello no necesitan más que una tarjeta de crédito y el DNI de un adulto, los dos únicos requisitos exigidos en España para acceder a una web de juego en línea. Es decir, todos estos menores utilizan identidades falsas para jugar en Internet. Ante lo cual, sus padres o tutores no pueden hacer otra cosa que prestar más atención o bien incluir su nombre en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, del Ministerio de Hacienda. De ese modo, si alguien intenta suplantar su identidad en una web, el sujeto en cuestión es rechazado de forma automática.
En todo caso, nadie puede asegurar que todos estos jóvenes acaben convertidos en ludópatas, si bien, según los expertos, el 2,5 por ciento de quienes juegan en Internet desarrollan una adicción al juego. Una tendencia que preocupa, y mucho, a los responsables de las dos unidades de ludopatía que hay en España en Bellvitge y en el Ramón y Cajal (Madrid) y a los de las Asociaciones de Jugadores de Azar Rehabilitados. En ninguna de estas entidades, las únicas que atienden de forma específica a jugadores patológicos, hay menores de 18 años. «Su atención corresponde a psicólogos y psiquiatras infantiles explica Juan Lamas, director técnico de Fejar, federación que aglutina a 26 asociaciones de rehabilitados, pero cada vez nos llegan más familias hablándonos de chicos que reúnen todas las características del ludópata».
La edad de los pacientes, en todo caso, está sufriendo un descenso alarmante. «Hace seis años, el paciente tipo andaba entre los 28 y los 35 años asegura Lamas. Ahora están entre los 18 y los 25 años. Es decir, cada vez nos llegan más chavales que empezaron con 16 y 17 años. O menos incluso».La edad, sin embargo, no parece ser la única alteración derivada del irrefrenable avance del juego on-line, modalidad que en una década ha pasado de representar apenas el 0,6 por ciento de las ludopatías hasta el 13 o el 15 por ciento actual. «Internet lo está cambiando todo revela la responsable de la unidad de Bellvitge. El ludópata tipo siempre fue un jugador de tragaperras que, como máximo, poseía estudios secundarios. La mayoría de los pacientes que nos llegan con juego on-line, sin embargo, son jóvenes universitarios, con más recursos. También vemos chicas muy jóvenes, de apenas 20 años, algo absolutamente infrecuente hasta hoy, ya que las mujeres no empezaban hasta los 35 o los 40 y por motivos como insatisfacción vital, depresión... Crecen incluso los mayores de 65 con problemas de salud, de movilidad o de soledad que también han empezado a jugar desde casa».
El juego 'on-line' es, además, aseguran psiquiatras y terapeutas, mucho más adictivo que el juego presencial. «Desde que alguien empieza a jugar hasta que desarrolla el trastorno suelen pasar unos cinco o seis años subraya la doctora Jiménez. Y en el juego on-line, en dos años, ya presenta todos los síntomas. Y con deudas que triplican, en promedio, las de los pacientes de tragaperras». Al ritmo que crece la adicción al juego on-line, los expertos temen que acabe convirtiéndose en unos años en la primera causa de ludopatía. Así lo advierte Jeffrey Derevensky, la mayor autoridad mundial en ludopatía juvenil. Este psiquiatra canadiense es el autor de Teen gambling: understanding a growing epidemic ('Juego adolescente: comprensión de una epidemia creciente'), un libro que advierte sobre las dimensiones del fenómeno.
Es decir, cada vez más temprano y con menos restricciones que nunca. «Hoy se previene a los chicos contra el alcohol, las drogas, la conducción temeraria o el sexo sin protección prosigue, pero no contra el juego. He tratado a chavales que en un mes perdieron 20.000 dólares en webs como PokerStars (la misma a la que el tenista Rafael Nadal invita a jugar en una campaña publicitaria). Los chicos les roban las tarjetas a sus padres, venden objetos de valor; algunos acaban delinquiendo, en la cárcel e incluso quitándose la vida. Créame, el juego puede ser una adicción devastadora».
Y Una adicción es, ante todo, una enfermedad. «Muchos ven al ludópata como un vicioso señala el psiquiatra Jerónimo Saiz, fundador de la Unidad de Ludopatía del Ramón y Cajal. Pero no es así. Es un enfermo que necesita tratamiento, y su dolencia implica, básicamente, perderlo todo». La propia psiquiatría modificó en 2013 su percepción sobre el asunto. Hasta entonces se consideraba un trastorno del control del impulso equiparable a la cleptomanía, la piromanía, el trastorno explosivo intermitente o la tricotilomanía (arrancarse el propio cabello). Ahora, sin embargo, figura entre las adicciones de tipo comportamental.
Es decir, el ludópata no puede dejar de jugar. Si lo hace, sufre extremos niveles de ansiedad que solo apacigua apostando. «Las investigaciones indican que el juego actúa en el cerebro como las adicciones a sustancias explica la doctora Jiménez. Al obtener un premio, se activan tus circuitos de recompensa cerebral, pero a medida que juegas sin parar se producen trastornos en la actividad cerebral, con crecientes niveles de estimulación, que perpetúan esa conducta». Dicho de otro modo, la cabeza del ludópata funciona de un modo distinto a la de una persona sana.
Mark Dickson, profesor de Psicología en la Universidad del Sur de Illinois (Estados Unidos), ha buceado en los cerebros de jugadores patológicos y los de otros no patológicos con técnicas de neuroimagen. «Hemos descubierto que el ludópata explica Dickson no distingue entre ganar y casi ganar. Es decir, cuando en el póker tiene una mano que cree ganadora, pero alguien la supera, cuando en la ruleta cae el número justo al lado del suyo o cuando en una tragaperras se queda a un pelo del jackpot, se activan las mismas zonas de su cerebro que cuando gana. En el jugador no patológico, por el contrario, una casi victoria es tomada como lo que es: una derrota. Es decir, al ludópata, aunque no gane, su cerebro le dice que lo está haciendo muy bien. Y hemos visto patrones similares entre chicos jugando a videojuegos, sobre todo si son violentos y están conectados on-line. Es algo muy peligroso».
La industria del juego, de hecho, o eso al menos sostiene Dickson, está preparando a los jugadores del mañana con aplicaciones para móviles y Facebook como Candy Crush Saga, en la que 54 millones de usuarios diarios gastan unos 700.000 euros al día para pasar de nivel y seguir jugando. «Ese concepto de pasar a un nuevo nivel, un patrón muy adictivo, está siendo transferido a los nuevos dispositivos de juegos de azar advierte. Hoy, los niños utilizan juegos que se parecen mucho a los de los adultos. Pero bueno, es lógico, no podemos olvidar que quien diseña un videojuego o un dispositivo para un juego de azar busca, obviamente, que el usuario juegue una y otra vez. Hace todo lo posible para que sea adictivo. Así es como él gana dinero».
Concretamente, más de un billón de dólares. Esta es al menos la cifra que, según varias estimaciones, mueve cada año la industria global del juego. En España, sin ir más lejos, el sector es responsable del 2,5 por ciento del PIB nacional. En 2013, los españoles se gastaron más de 28.000 millones en los 44 casinos, 350 bingos, 2388 salones de juego, 208.917 máquinas tragaperras y 60 webs que forman el tejido del juego privado nacional. Ese año, el primero con operadores de juego on-line autorizados hasta entonces actuaban desde paraísos fiscales y no sujetos a regulación, las apuestas por Internet se duplicaron. Es más, de no ser por la nueva modalidad, la industria que cerró el año con un incremento del seis por ciento habría culminado el ejercicio con una caída del cinco por ciento.
«La industria del juego necesita de Internet para crecer afirma Juan Lamas, desde Fejar. Sus ganancias futuras pasan por atraer a toda una generación de jóvenes que pueden jugar a cualquier hora, cualquier día y en cualquier lugar. Además, diseñar tecnología para móviles, tabletas u ordenadores es mucho más barato que construir un casino».Desde la patronal, Germán Gusano director ejecutivo de la Fundación Codere, ligada a la multinacional española Codere asegura que la industria es uno de los principales interesados en prevenir los efectos negativos de su actividad y en reducirlos. «Pero sin menoscabar subraya los efectos beneficiosos que produce un sector que genera más de 200.000 empleos directos e indirectos y aporta a las arcas del Estado unos 4000 millones de euros en impuestos».
A su entender, para la gran mayoría, el juego es un entretenimiento saludable. «En España juegan más de 35 millones de personas y apenas un 1,5 por ciento de ellas son ludópatas argumenta. No se puede señalar a la industria como culpable del acercamiento de un determinado grupo al juego. En el caso de los menores, desde luego, el problema deriva del abuso que hacen de Internet y de las nuevas tecnologías y, en gran medida, a una falta de control de sus tutores sobre este consumo. Es un problema que nace desde los propios hogares».
"Empiezas a mentir y ya no puedes parar. Hasta que te pillan y todo estalla". Borja Rodríguez, 22 años
-Empecé a apostar con 19 años. No sé qué me pasó. Un día le quité la tarjeta de crédito a mi hermano y perdí 800 euros. Primero aposté 20, los perdí y me dije: 'Voy a recuperar'. Hasta que me pulí los 800. Antes iba a casas de apuestas con los amigos, pero jugaba poco: diez euros como mucho. Pero llegó un momento en que vivía esperando la paga para jugar. Y si conseguía un trabajillo, me jugaba todo lo que cobraba. En tres años habré perdido unos 2000 euros, porque es todo lo que he tenido al alcance. Nunca he tenido trabajo fijo, que si no me lo habría gastado todo. Seguro.
Cuando pierdes el control, empiezas a mentir a todo el mundo y ya no puedes parar. Vas sintiendo, además, que eres más listo que nadie. Hasta que te pillan y todo estalla. Entonces te sientes la peor persona del mundo. Llevo dos meses en terapia en Alejer, una asociación de rehabilitados, en Leganés. Mi novia y mi familia me han ayudado mucho. No les puedo decir más veces que me perdonen, pero soy joven y no quiero arruinar mi vida».
"Me he gastado todo el dinero que he ganado; perdí a mi novia; mi madre no me habla... No puedo seguir así"
Tendría 17 o 18 años cuando empecé. Echas un par de euros a una tragaperras, un póker con los amigos, entras a un casino on-line... Siempre ganaba más de lo que perdía, hasta que un día, ya con 19 o 20 años, me gasté 2000 euros de una tacada. No sé, un día ganas 3000 euros jugando, y media hora después no tienes nada. Es una locura. En total me habré fundido más de 20.000 euros de mi dinero trabajado. Todos mis sueldos. Es triste, pero yo le he quitado dinero a mi madre; me he endeudado; he vendido oro, móviles; perdí a mi novia; mi madre no me habla; antes yo estaba en forma y ahora mira cómo ando. Llevo tiempo queriendo ir a algún sitio. Encontré la web de la asociación de rehabilitados de Leganés hace tres semanas, pero no me decidía, hasta que el pasado viernes cobré 1400 euros de un trabajo, lo perdí todo en tres horas y me dije: 'No puedes seguir así'. La terapia aquí es un poco dura porque te dicen las cosas como son, pero me sentí bien al término de la primera sesión.
"Lo de ver a Rafael Nadal haciendo anuncios de póker 'on-line' es algo que no acabo de entender"
Jerónimo Saiz
Psiquiatra. Fundador de la Unidad de Ludopatía del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid
XL. Tengo entendido que cada vez llegan más menores a las consultas. ¿Es así?
J.S. En el hospital no se atiende a menores de edad, pero cada vez hay más pacientes con 18 o 19 años. Es decir, que empezaron, al menos, dos o tres años atrás.
XL. ¿Y vienen por propia voluntad?
J.S. No. La mayoría no pide ayuda, sino que son descubiertos por la familia y vienen a la fuerza. Al no venir voluntariamente, la rehabilitación es más difícil, ya que esta siempre comienza por aceptar que tienen un problema y, en consecuencia, querer solucionarlo.
XL. ¿Cuánto tiempo pasa desde que empiezan a jugar hasta que llegan a sus manos?
J.S. Los jóvenes, por lo general, vienen más rápido que un jugador adulto. Al carecer de autonomía financiera para jugar, endeudarse y demás, el problema es más fácil de detectar, ya que dependen de los padres y estos ven que desaparecen cosas, que les falta dinero: movimientos en las tarjetas de crédito...
XL. Hace casi tres años que se reguló el juego on-line en España. ¿Hay algún aspecto que se deba mejorar?
J.S. La publicidad no está regulada. La ley dice que no puede ir dirigida a menores, ni crear falsas expectativas ni que dé una idea de que el golpe de azar te solucionará la vida, pero el Gobierno no establece normas de conducta ni multas específicas para los operadores de juego y los medios de comunicación, como ocurre con el alcohol y el tabaco. Esto es algo que nos parece de una gravedad extrema.
XL. ¿Qué le parece que deportistas famosos promuevan este tipo de prácticas?
J.S. Lo de ver a Nadal haciendo anuncios de póker on-line es algo que no acabo de entender. Pero, oye, él sabrá. El Real Madrid ya estuvo años anunciando una casa de apuestas on-line en su camiseta... Y si entras en la web de un diario deportivo, lo primero que aparece es: «¡Apuesta!». La sociedad, a diferencia de lo que ocurre con otras adicciones, no parece consciente de los peligros del juego.
XL. ¿Qué tipo de apuestas son las más adictivas?
J.S. Las apuestas deportivas, dentro del juego on-line, son las número uno. Es una locura. Puedes apostar a algo cada minuto del partido quién hará la próxima falta, quién marcará primero, si habrá equis goles, en qué minuto marcará uno de los dos..., lo que multiplica las oportunidades para disparar la ludopatía. Cuanto menos tiempo hay entre apuesta y premio, más peligro.
XL. Este mes ha entrado en vigor la nueva regulación para las tragaperras on-line. ¿Superarán estas a las apuestas deportivas?
J.S. No lo sé, pero es algo que, sin duda, puede disparar el número de ludópatas. Es decir, las tragaperras ya son el juego que, con diferencia, más ludopatías causa. Pues si le añades todas las características adictivas del juego on-line, ya ni te cuento. Puedes jugar en cualquier momento y lugar y sin que nadie te controle.
XL. ¿Tener más o menos dinero es un factor de riesgo para la ludópatía?
J.S. El que tiene más pierde más, y el que tiene menos pierde menos, pero, que quede claro, ambos lo pierden todo. Ahora bien, tener una situación económica y social desfavorecida sí que eleva el riesgo de ver el juego como solución.
XL. ¿Por qué juega el ludópata?
J.S. No todo el que juega desarrolla el problema. Hay personas más vulnerables. Existen muchos factores, pero creemos que hay una parte biológica, genética y hereditaria que predispondría a ciertas personas a desarrollar el problema.
10 pasos hacia la rehabilitación
1. Admitir el problema y desear resolverlo. «Si ocurre así, el 80 por ciento de los pacientes dejan el juego», asegura la doctora Susana Jiménez, de la Unidad de Juego Patológico de Bellvitge.
2. La colaboración de la familia es capital. Por un lado, entender que no es un vicioso, sino un enfermo. Por otro, fiscalizarlo y ayudarlo.
3. Cortar todas las fuentes de financiación. Anular tarjetas de crédito y firmas en cuentas corrientes.
4. Crear cuentas mancomunadas cuando el ludópata goza de ingresos regulares.
5. Llevar encima el dinero necesario y presentar justificantes de compra a la persona de confianza.
6. Confeccionar una lista de deudas e irlas haciendo frente.
7. Ocupación del tiempo libre.
8. Buscar nuevos objetivos personales o profesionales.
9. Autoprohibición. Autoexcluirse tanto del juego on-line como presencial a través de la Dirección General de Ordenación del Juego.
10. En psiquiatría se trabaja para eliminar pensamientos mágicos, supersticiones y creencias irracionales frecuentes en el jugador. Es decir, cuando este piensa que puede predecir si va a salir un número, creer que hay números de la suerte, convencerse de que en la próxima jugada va a ganar...
El Ejecutivo insiste en que su voluntad es aumentar la protección del jugador mediante su inclusión en la adecuada regulación, frente la situación que existe en la actualidad, donde tal juego se ofrece en entornos no regulados. Y, dice, así se asegurará que ningún menor ni las personas autoexcluidas accedan al juego.
Un argumento que no es válido para Chóliz. "Cae fuera de toda lógica, porque si hay alguna variable que está relacionada con la adicción es la disponibilidad y obviamente resulta mucho más fácil saltarse la norma cuando determinados juegos están ampliamente disponibles que si están taxativamente prohibidos".
EL NUEVO PERFIL DEL LUDÓPATA
Juan José Lamas Alonso, de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar), admite que el juego online ha cambiado el perfil del adicto. "Si hace 20 años estábamos hablando de un paciente de entre 35 y 45 años con un periodo de juego de entre 8 y 10 años y con un caudal de gasto bastante considerable, en estos momentos hablamos de un perfil de entre 18 y 25 años, con un periodo de 6 meses a dos años, y con relativamente poco gasto en juego", explica.
Asegura que la mayor parte de los jugadores de Internet son universitarios "que se creen que el póker va a ser su sistema de vida". "Como se lo venden como un deporte, como una competición para mentes inteligentes, se introducen ahí y acarrean en algunos casos una situación de patología y de tratamiento", resalta. Con todo, admite que la gran mayoría de los pacientes a los que tratan lo son por el juego convencional, dado que se calcula que únicamente el 10% del pastel del juego en España es online.
Lamas Alonso subraya, en cualquier caso, que son partidarios de regular todos los tipos de juegos para establecer un control de acceso. En ese sentido, destaca que lo importante son los matices de la regulación. Por ejemplo, reclama más control para las máquinas tragaperras convencionales y que, por ejemplo, tanto en ellas como en las de Internet se corte la conexión cuando el jugador lleve "un tiempo apostando" y dar "la posibilidad de un periodo de enfriamiento". "Que te avisen es una medida muy fácil de salvar. Lo eficaz no es eso", advierte.
Pau Cazorla, de la Asociación de Usuarios de Juego Online (Aujo), cree que también sería recomendable la creación de algún programa que detecte signos de ludopatía, como por ejemplo el creciente número de horas jugado o la cada vez mayor cantidad apostada "para poder avisar al usuario y tomar medidas de forma consensuada". "Además de destinar una dotación económica para programas de apoyo a personas que ya estén en esa situación", añade.
¿QUÉ PASARÁ CON LA RECAUDACIÓN?
Precisamente la recaudación económica que prevé obtener el Gobierno es otro de los aspectos más discutidos. Desde que se legalizó parte del juego online, los españoles se han dejado 8.165 millones de euros (principalmente en apuestas deportivas y póquer) que generaron 346 millones de ingresos netos a la Administración, según la Dirección General de Ordenación del Juego. Hacienda estima ahora que los españoles jugarían en torno a 814 millones de euros a las slot de Internet y a las apuestas cruzadas, que dejarían unos ingresos limpios en las arcas del Estado de unos 22,5 millones.
Laura Guillot, experta en la industria del juego, ocio y medios, cree que esos cálculos son "muy optimistas" porque las cifras en relación al juego digital se han hecho por lo general al alza cuando, advierte, hay muchos empresarios del sector que están pasando dificultades.
En su opinión, si las slots en Internet no se han regulado antes no ha sido por la protección a los jugadores con tendencias a la ludopatía, sino por "presiones" de, entro otros, el "lobby del juego presencial".
LA PUBLICIDAD EN LOS MEDIOS
Además, se muestra partidaria de que se regule la publicidad, pero no sólo de los juegos online. "También para la de la LAE, que parece que si te toca el premio te salva la vida. En Alemania, por ejemplo, nunca te cuentan películas de fantasía, de qué maravilla si te toca un premio. Yo regularía el juego público, el privado, el presencial y el digital. Y no autorregulación sólo".
Actualmente, la publicidad de los juegos por Internet se rige por una autorregulación que el Ministerio de Industria firmó con los principales operadores de televisión, anunciantes y empresas del sector de los juegos de azar. Así se comprometieron a no emitir anuncios en los bloques de programación destinados al público infantil y a emitirlos solo entre las 22.00 y las 6.00. Además, no se permite la utilización de menores en la publicidad ni que la comunicación comercial vaya dirigida a ellos.
En este sentido, Guillot ve un agravio comparativo entre el juego público y el privado. "Por ejemplo, los niños de San Ildefonso pueden cantar los números de la lotería y no en un un bingo. Que en el fondo es lo mismo: un juego numérico".
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