Ingresaba en el supermercado y compraba todo lo que veía en las vitrinas hasta vaciarlas. Así, pedía todos los productos más caros, hasta que la cuenta fuera lo más grande posible. Un turista inglés que sufre de un trastorno bipolar esquizotípico gastó, por ejemplo, 170 mil euros en un supermercado de El Corte Inglés de Santander. Después de un mes después de recibir tratamiento psiquiátrico, fue dado de alta del Hospital de Valdecilla, una vez comprobado que había superado su adicción a las compras compulsivas.
Los comerciantes que lo reconocieron contaron que lo que hacía este hombre era ingresar a los locales y pedir absolutamente todos los productos exhibidos. Hasta que la policía lo detuvo. El hombre, que gastó todo lo que había ahorrado en su vida, se quedó con solo ocho mil en la cuenta después de este episodio de compras compulsivas.
Para comprender lo absurdo del comportamiento bajo la enfermedad basta decir que el dinero fué empleado solo en productos de alimentación.
Seguido muy de cerca de las llamadas de voz y algo tan simple como mirar la hora, con 22 y 18 veces al día, respectivamente. Entre estos dos movimientos y el resto hay mucha diferencia. Para escuchar música o disfrutar de los juegos instalados en el terminal, los usuarios miran su teléfono alrededor de 13 veces al día. Sin embargo, acciones como leer los medios de comunicación, utilizar la cámara para hacer fotos y vídeos en momentos específicos y establecer la alarma se miran aproximadamente entre 8 y 9 veces al día.
El resto de cosas como responder por correo de voz o cargar el móvil se coloca como la cuarta actividad por detrás de la mensajería, las llamadas de voz y ver la hora con 14 veces al día. Leer las noticias del día o las últimas notificaciones, revisar el calendario, realizar búsquedas o acceder a una página web en concreto se colocan como las cosas que no tenemos tanto en cuenta cuando miramos nuestro móvil. Todas estas actividades hacen que los usuarios miren de media su terminal 150 veces al día.
Este mismo estudio asegura que los usuarios con «smartphone» son incapaces de estar sin él más de 6 minutos, lo que presenta una clara dependencia a estos terminales. Y todo esto sin contabilizar los mensajes de WhatsApp o Line o los «tuits» o «Me Gusta», de nuestras redes sociales. Es tal la dependencia que tenemos de los actuales dispositivos móviles, que Ahonen considera que ver el móvil más de 150 veces al día influye perjudicialmente en las relaciones personales.
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Un hombre ha sido arrestado por la policía italiana de Citadella después de que destrozara todas las máquinas tragaperras de un local porque había perdido un total de 5.000 euros presa de una enajenación mental transitoria.
Un italiano decidió golpear con un hacha las máquinas de tragaperras de un local de la ciudad italiana de Citadella, en las que perdió más de 5.000 euros, hasta el punto de destrozarlas.
El suceso ocurrió con el local abierto y con varios clientes dentro de él, que quedaron sorprendidos cuando vieron entrar al hombre con el hacha, incluso muchos de ellos estaban jugando en ese momento.
"Debe haber sido un episodio muy aterrador para aquellos que estuvieron presentes, pero él estaba muy tranquilo después de hacerlo y fue arrestado de inmediato por los oficiales", contó uno de los carabinieris. "Dijo que había perdido 5.000 euros en las máquinas y estaba tan furioso que se fue a su casa a coger un hacha y dar rienda suelta a su frustración", añadió.
El hombre italiano era un conocido del local. "Había estado todos los días durante las dos últimas semanas", reveló el dueño de la propiedad. Ninguno de los clientes presentes resultó herido y los únicos daños registrados fueron las máquinas, completamente destrozadas.