El diario Daily Mail recoge en su edición de este jueves una serie de testimonios que suponen un ejemplo, alguno de ellos de cierta gravedad, de cómo la adicción a un juego, en teoría «inocente», puede llegar a interferir en las tareas más cotidianas.
Así, Lucy Berkley, de 44 años de edad, relata cómo un lunes llegó a la oficina sin posibilidad de trabajar, con dolor de espalda y en los brazos. Al ser interrogada por sus compañeros y jefes tuvo que confesar que no se debía a que hubiese pasado el fin de semana de mudanza, o en el gimnasio, sino que se había pasado más de diez horas seguidas jugando con Candy Crush.
Lo curioso es que esta adicción ha llegado ya, según Lucy, al resto de los compañeros de la oficina.
Otro de los testimonios es el de Steph Brophy, de 37 años, empleada de una entidad bancaria. Dice que comenzó a jugar hace apenas unas cinco semanas, pero ya se confiesa como una «auténtica adicta» al Candy Crush. Cuenta que lo primero que hace nada más levantarse es «encender el móvil y jugar, hasta intentar superar el nivel antes de llegar al trabajo».
Una de las peculiaridades del juego es que, en su modalidad básica es libre, pero los usuarios tienen que pagar por servicios «Premium» o en determinados casos, para buscar un «atajo» para pasar de nivel
Esto sirve por un lado para elevar las ganancias de los desarrolladores del juego, pero también para afectar a las cuentas corrientes de los usuarios.
Aunque se estima que la mayor parte de los usuarios de Candy Crush son mujeres con edades comprendidas entre los 25 y 55 años, ya han sonado la alertas sobre la posibilidad de que menores de edad se «enganchen» y no duden a la hora de pagar por ese «plus».
Incluso la propia Lucy Berkley confiesa que ha llegado a pagar unas 150 libras por seguir avanzando niveles, conoce que «ha merecido la pena».
Se trata de una adicción que contagia, según los datos del portal Think Gaming, que sitúan a este juego en la primera posición tanto por el número de usuarios nuevos diarios, como por las ganancias generadas gracias al «boca a boca». Pero el éxito también hace que tengamos que estar muy atento a sus posibles consecuencias, para que el dulce de los caramelos no nos deje un sabor final bastante amargo.
En este XIV Congreso, más de 30 asociaciones y colectivos que trabajan en el ámbito de las conductas adictivas, representados por más de 400 asistentes, nos felicitamos por la consolidación no solo de un programa de tratamiento, sino por la constatación de una actitud vital, tendente a la superación de la distinta problemática que nos afecta en un momento determinado.
Después de varias jornadas de estudio y reflexión, compartida entre profesionales, autoridades, y movimiento asociativo, extraemos las siguientes conclusiones y reivindicaciones:
PRIMERA
Ante los resultados obtenidos del “Estudio de población afectada por ludopatía y patología dual”, realizado por FEJAR y la Universidad de Valencia, y financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, queremos remarcar lo siguiente:
SEGUNDA
Exigimos igualmente a la Administración Central, una regulación clara, concisa y estricta, sobre los distintos programas de incitación a la práctica de las diversas modalidades de juego on-line. Reiteramos nuestra insistencia en la regulación de la publicidad, sobre todo en los jóvenes.
TERCERA
FEJAR se mantiene en el compromiso de elaboración de proyectos que incorporen a la mujer en nuestros tratamientos.
CUARTA
Exigimos el desarrollo integral del espíritu de la ley 13/2011 reguladora del juego de competencia estatal, y en concreto en su artículo 8 de defensa de los sectores más vulnerables, especialmente en menores, aplicando el principio de responsabilidad de la Administración para que se establezcan mecanismos de regulación de obligado cumplimiento, priorizando los intereses de la sociedad en general, y no solo los intereses de los agentes económicos.
En este sentido, señalamos la insuficiencia que se ha demostrado de los distintos códigos de autorregulación de las empresas. Por ser más concretos y como medidas inmediatas reiteramos nuestra exigencia:
QUINTA
Queremos mostrar nuestra mayor preocupación ante modalidades de juego con un poder adictivo superior al resto, como pueden ser las máquinas tragaperras on-line (Slots) o como proyectos faraónicos y peligrosos como EUROVEGAS.
SEXTA
FEJAR sigue creciendo, tanto en actividad como en número de asociaciones, integradas en la federación. Todavía no estamos todas, por lo que se hace un llamamiento al resto de asociaciones no incluidas en FEJAR que den este paso tan importante para el colectivo de afectados por la ludopatía para que hagamos de nuestras reivindicaciones causa común.
El citado estudio sobre la prevalencia de la ludopatía en España se ha llevado a cabo a lo largo de 2013 sobre personas que están, ahora mismo, en tratamiento por esta adicción. Chóliz detalló que en España ya hay más de un millón de jugadores online y que el perfil del adicto es el de una persona "más joven y especializada en las nuevas tecnologías". Las apuestas deportivas es el sector en el que más casos de ludopatía se detectan, seguidas del póquer online. El autor del estudio incidió en que estos juegos "son diez veces más adictivos que otros" y alertó de que ya hay menores que juegan. Señaló también que aquellos que al final se convierten en adictos a este tipo de entretenimiento tardan en reconocerlo hasta un plazo de ocho año e incidió en que estas personas, además, necesitan un periodo mayor de rehabilitación. El profesor consideró necesaria la puesta en marcha de un protocolo de intervención para el juego online. El trabajo, según Chóliz, también ha reflejado que las personas adictas al juego tienen "problemas emocionales, sienten culpabilidad y encuentran poco placer en las cosas de la vida". La adicción, continuó, "es un problema que repercute en la economía y en el propio afecto personal". Eso sí, reconoció que este tipo de adictos suelen mejorar este aspecto con más rapidez que otros casos.
La presentación del estudio tuvo lugar en el transcurso del congreso nacional organizado por la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados, que reúne hasta mañana en Córdoba a más de 400 personas. El presidente de la federación, Máximo Gutiérrez, reconoció que "la ludopatía está cambiando y también los tratamientos". Por ello, consideró necesaria la elaboración de este tipo de estudios para intentar reducir las adicciones al juego lo máximo posible".
La cita también contó con la asistencia del delegado del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, Francisco de Asís Babín, quien destacó igualmente la aparición de "nuevas adicciones no vinculadas al consumo de sustancias". Reconoció que aún no existen datos concretos acerca del número de personas con este tipo de adicciones, ya que las que existen corresponden a hace más de una década y los estudios son "parciales". Babín señaló que una de las claves de los tratamientos de rehabilitación es la de enseñar al ludópata a "controlar el síndrome de abstinencia". Al igual que cualquier otra adicción, la del juego también requiere "una fase de desintoxicación", apuntó. El delegado del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas manifestó también que "la deshabituación es a largo plazo" y que los ludópatas tienen que "desarrollar un elevado grado de autocontrol, ya que se trata de procesos complejos". Indicó que para la rehabilitación y recuperación del paciente "no hay un periodo concreto porque se trata de una enfermedad crónica".
En esta mesa de trabajo se utilizó a Córdoba como ejemplo de la actuación de la Junta de Andalucía; esta cuenta con 45 puntos de atención básica relacionada con adiciones, de los que 16 son centros de tratamiento ambulatorio y otros cinco son recursos especializados. Los centros de tratamiento ambulatorio, diez públicos y seis concertados con asociaciones y entidades especializadas, han admitido o readmitido a tratamiento por adicciones a unas 2.500 personas en lo que va de año. Hasta el mes de septiembre se han atendido en la red de centros de tratamiento ambulatorio 55 personas por problemas de juego patológico. Su edad media es de 37,5 años en el caso de los hombres y de 40,5 en el de las mujeres. Destaca el hecho de que un 35,3% de las personas atendidas esté en situación de desempleo frente a un 53% que trabaja o es pensionista.
Entre estos equipos se encuentra el centro de tratamiento ambulatorio de la Asociación Acojer, en el que se ofrece atención especializada a las personas que presentan problemas de adicción al juego patológico o a otras adicciones sin sustancia. Desde 2010 han sido atendidas en este centro 310 personas, de los que 290 son hombres y 20 son mujeres. De éstas, el 93,5% recibió asistencia por adicción al juego patológico.