Catalá compaginará este puesto con la presidencia del consejo de administración de Belagua, la sociedad propietaria de la mayor parte de los hoteles de la marca AC Hoteles en España, con su papel como miembro del consejo asesor del bufete Herbert Smith Freehills y con su trabajo para el Atlético de Madrid. Aunque continúa en el PP, donde ocupa la dirección de Justicia e Interior dentro del nuevo organigrama, Catalá tiene autorización de su partido para ejercer como abogado privado.
El exministro formó parte del consejo de administración de Codere entre 2005 y 2011, una etapa en la que era responsable de cumplimiento normativo. Las casas de apuestas se encuentran en un momento delicado, a pesar de que baten récords de recaudación, porque están en el punto de mira de los poderes públicos por el auge de la ludopatía. Hace poco, en Madrid se prohibió que los medios públicos de comunicación autonómicos emitan publicidad relacionada con las apuestas.
Actualmente, hay un enorme agujero en la regulación de la publicidad porque no se ha aprobado un reglamento que desarrolle la ley del juego aprobada en 2011. Las empresas se acogen al código de conducta de la Dirección General de Juego firmado en 2012, que dicta una serie de principios para la “autorregulación” del sector bajo la supervisión del organismo independiente de la industria publicitaria Autocontrol.
Catalá no es el primer miembro del Gobierno de Rajoy que pasa al sector privado, aunque si es el único que compagina sus labores profesionales con responsabilidades políticas dentro del nuevo PP de Casado. La exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ya fichó por el bufete de abogados Cuatrecasas, mientras que Agustín Conde, secretario de Estado de Defensa y número dos de Cospedal, es el nuevo director general de la compañía de armamento Escribano Mechanical & Engineering.
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Un contraste agudo con los $30 millones de la Copa del Mundo de Fortnite.
Diferencias. ¿Es más grande un e-sport que un deporte? Sí y no. La diferencia es llamativa por lo opuesto de las actividades (jugar desde el sofá de casa vs. una de las pruebas deportivas más duras del mundo). Pero el sueldo de un corredor depende sólo marginalmente de los premios en carrera. Geraint Thomas, segundo en esta edición y vencedor del pasado Tour, cobra alrededor de $4,3 millones al año. El sustento de un ciclista corre a cuenta de su equipo y de su patrocinador, donde reside el negocio.
Por ejemplo: Ineos, la estructura más importante del pelotón, tiene un presupuesto de unos $45 millones.
Otros deportes. No obstante, las cifras de Fortnite son alucinantes cuando se comparan con las de otros deportes donde los equipos tienen un rol marginal. Novak Djokovic, vigente campeón de Wimbledon, el torneo de tenis más prestigioso del año, se embolsó unos $3 millones por su victoria ante Roger Federer. Números calcados a los de un chaval de dieciséis años reinando en un videojuego. Rolland Garros entrega unos $40 millones en recompensas, cifras sólo ligeramente superiores a la Copa del Mundo de Fortnite.
Djokovic, Nadal o Federer cimentan su fortuna en muchos otros torneos repartidos a lo largo de un calendario estable, muy bien pagado y con múltiples oportunidades de patrocinio. Fortnite aún queda lejos del tenis (o del ciclismo), pero su volumen de negocio como espectáculo profesional ya está muy cerca.
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